Tipos de Revoques y Solados en Construcción

Revoques

Estas terminaciones están compuestas por morteros de distintas dosificaciones que, aplicados húmedos sobre muros de ladrillos o piedras, componen una superficie firme, lisa y, a veces, impermeable.

Los revoques se clasifican en tres grandes grupos:

  • Hidrófugos: Son morteros cuya densidad evita el paso del agua y se emplean para muros exteriores, sótanos o estructuras sanitarias. Poseen una alta proporción de cemento (1:3, concreto) y aditivos específicos. Es la capa inferior.
  • Gruesos o Jaharro: Estos revoques, de un espesor de 25 mm, generalmente calcáreos, absorben las irregularidades del paramento, lo nivelan y escuadran. Su terminación es rugosa para permitir una mejor adherencia de la tercera capa.
  • Finos o de Enlucido: De un espesor no mayor a 5 mm, este mortero sutil cumple la función de brindar un acabado perfecto a las superficies. Es común el agregado de yesos para mejorar la suavidad del muro en aquellos trabajos donde se requiere una terminación de pintura satinada o brillante. Estos últimos son muy frágiles y contraindicados en ambientes con niños o mascotas.

En la industria de la construcción, las terminaciones superficiales se ofrecen en base a estos tres tipos de revoques, a menudo como productos premezclados que confieren a las superficies gran cantidad de texturas, colores, brillos y terminaciones.

También dentro de la albañilería tradicional reconocemos terminaciones como el peinado, bolseado, enrasado, etc.

Solados

Esta palabra, poco conocida popularmente, se refiere al piso o suelo, términos que en el léxico arquitectónico tienen otro significado. Esta terminación es de singular importancia por el hecho de que soporta el desgaste y peso propio del tránsito, es depositaria principal de las impurezas que flotan o son arrastradas del ambiente y es la primera articulación que soporta la mirada inquisidora de los siempre cabizbajos seres humanos.

Por lo tanto, podemos enumerar ocho atributos mínimos que deben gozar los solados:

  • Transitables: ¡Para evitar el tropezón!
  • Durables: (Ver en las cerámicas el logo de una botita para señalar los recomendados para pisar).
  • Higiénicos: Aunque no todos persigan el brillo espejo publicitado por marcas de ceras, es importante que sean fáciles de lavar.
  • Insonoros: Prueben dormir con el taconeo sobre tablado en un piso superior.
  • Atérmicos: Los pisos con mucha conductividad térmica están continuamente húmedos a causa de la condensación.
  • Antideslizantes: Especialmente en escaleras, rampas y accesos, está especialmente legislado al respecto. Las veredas están reglamentadas contra el resbalón.
  • Livianos: Su gran desarrollo y su incidencia en la estructura requiere que se observe su peso junto con el factor:
  • Económicos.

Contemplando estas características, hay una gran variedad de solados en todos los precios y gustos y los podemos clasificar como:

Pétreos Naturales

Comprende piedras tal como provienen de las canteras, como lajas, mármoles, granitos y piedras en general, que no sufren otro proceso industrial que el de corte y, en algunos casos, pulido.

De diversos precios, casi siempre elevado, dependiendo de su abundancia en la naturaleza, distancia de origen y dificultad del corte.

Los geólogos clasifican las rocas como: Volcánicas, Sedimentarias y Metamórficas.

Las primeras (Volcánicas), dada su naturaleza blanda y porosa, tienen escaso valor como terminaciones superficiales, no así como agregado grueso de determinados hormigones.

Las sedimentarias, producto de minerales acumulados durante siglos en pequeñas capas o estratos, confieren a este material una estructura laminar o plana, ideal para la ejecución de lajas en solados y revestimientos.

Extraídas en las provincias precordilleranas, se difunden en el país con precios accesibles debido a su abundancia y facilidad de extracción y colocación.

La piedra llamada Mar del Plata, de tonos blancos o amarillentos, también pertenece a este grupo, aunque debido a su sedimentación arenosa, presenta una dureza y rusticidad mayor.

Entre las metamórficas, originadas en la profundidad de la tierra a altas presiones y temperaturas, se reconocen los granitos, caracterizados por una excelente calidad de terminación, durabilidad y, a la vez, alto costo. Son particularmente aptos para solados, superficies expuestas o sujetas a abrasión química, como el caso de mesadas para cocina o frente de edificios.

En Argentina se extrae el famoso Sierra Chica, Rojo Dragón o Gris Mara.

Otro grupo de igual belleza, pero menor resistencia, lo componen los mármoles y alabastros.

Estos cortes son aptos para revestimientos y esculturas, debiéndose evitar en pisos muy transitados o mesadas afectadas con limón o vinagre. El conocidísimo mármol de Carrara, piedra en estado puro (carbonato de calcio), presenta un blanco níveo. Los demás mármoles, entre los cuales destacamos los de tradición nacional como el travertino y el ónix, son piedras con impurezas que les confieren el color característico ocre o verde.

Pétreos Artificiales

Este grupo comprende los llamados mosaicos pétreos, en los cuales se reconstituye una piedra natural molida bajo diferentes diámetros con cementos, colorantes y arena. El hormigón resultante se comprime en una pieza de tres capas moldeada en un recipiente metálico.

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