Modelos de Intervención Psicomotriz
La intervención psicomotriz se clasifica en dos enfoques principales:
- Psicomotricidad Dirigida: Centrada en la programación de actividades en función de objetivos preestablecidos, basándose en evaluaciones previas.
- Psicomotricidad Vivencial: No propone actividades fijas, sino situaciones. Se permite al niño actuar libremente para reconocer sus necesidades más profundas y hacerlas evolucionar desde el placer sensoriomotor.
Psicomotricidad Dirigida
Métodos Fundamentales
Método Psicocinético
Parte de la unidad mente-cuerpo y destaca la importancia de la vivenciación del propio cuerpo y las capacidades perceptivomotrices, no solo en las actividades escolares, sino también en las de ocio, sociales y profesionales. (A través del movimiento se llega a la mente).
La Educación Corporal (Según Vayer)
Define la psicomotricidad como una acción pedagógica y psicológica basada en el movimiento con el fin de normalizar y mejorar el comportamiento del niño. Para Vayer, la educación corporal debe constituir el punto de partida de toda acción educativa.
Pasos de la Intervención en el Modelo Dirigido
La intervención en este modelo consta de los siguientes pasos:
- Evaluación psicomotriz de los destinatarios.
- Elección de objetivos y contenidos.
- Elección de la metodología y actividades.
- Puesta en práctica de la sesión de psicomotricidad.
- Evaluación de la intervención.
Objetivos de la Psicomotricidad Dirigida
- Estimular el desarrollo psicomotor.
- Adquirir un esquema corporal adecuado, lo que supone:
- La percepción y el control del cuerpo.
- Un equilibrio postural económico.
- Una lateralidad bien definida.
- Independencia de los segmentos en relación con el tronco.
- El control y equilibrio de los impulsos asociados al esquema corporal y al control de la respiración.
- Perfeccionar las habilidades básicas.
- Mejorar las capacidades físicas, psíquicas y afectivas.
- Incrementar la autoestima.
- Desarrollar la socialización.
Planificación de la Sesión de Psicomotricidad
Se concibe como un conjunto de ejercicios y actividades prefijadas. Al planificar cada sesión hay que tener en cuenta:
- Dónde: Espacios a utilizar.
- Con qué: Recursos materiales.
- Quiénes: Recursos humanos.
- Cómo: La metodología y las actividades.
- Cuándo: Duración de la sesión y periodicidad.
Estrategias de Recursos Humanos y Clima de Seguridad
Estrategias que ayudan a generar un clima de seguridad y confianza durante la intervención psicomotriz:
- Cubrir previamente las necesidades básicas de los niños.
- Mantener el cuidado de la sala y de los materiales a nivel estético y de seguridad.
- Acordar las normas en la primera sesión y recordarlas al inicio del resto de las sesiones.
- Mantener una estructura estable en la sesión que ayude a los niños a situarse temporalmente.
- Tener una actitud de respeto hacia los niños, conociendo su momento evolutivo y respetando su ritmo de desarrollo, sin exigirles nunca aquello que no pueden realizar ni reírnos de sus fracasos.
- Recoger propuestas del grupo y mantener una actitud de escucha.
- Estar siempre disponible y hacer protagonistas a todos los niños.
- Proponer, sugerir y no mandar.
- Acompañar a los niños en sus descubrimientos sin protegerles ni exigirles en exceso.
Duración y Partes de la Sesión Dirigida
La estructura temporal típica de una sesión dirigida es:
- La asamblea o rueda de entrada (5 minutos).
- Desarrollo de la sesión:
- Calentamiento (5 minutos).
- Parte esencial (10 minutos).
- La relajación (5 minutos).
- La expresión y representación de lo vivido (10 minutos).
- Despedida o rueda de salida (5 minutos).
Psicomotricidad Vivencial
Bases de la Intervención
Basa su intervención en la actividad libre y espontánea de los niños, siendo muy importantes las capacidades relacionales y de observación del psicomotricista o educador. El niño tiene que sentir e integrar en su propia persona los nuevos aprendizajes a través de la experimentación, exploración y manipulación.
Parámetros Psicomotores de Observación
La observación se centra en los siguientes parámetros:
- Características del movimiento del sujeto: Tipos (balanceos, giros, caídas, volteretas, caminar, correr, saltar, rodar, etc.), calidad de los movimientos (coordinados, armónicos, rápidos, etc.), nivel de movilidad de las distintas partes del cuerpo, posturas más frecuentes, calidad del tono (es decir, el grado de tensión de los músculos de nuestro cuerpo).
- El sujeto con relación a los objetos: Observar qué tipo de objetos utiliza y cómo los utiliza (toca, mira, guarda) y también cómo los utiliza en relación con los demás (si comparte, quita, agradece). Todo ello ayuda a conocer su manera de ser y la etapa evolutiva en la que se encuentra.
- El sujeto y el espacio: Observar cómo utiliza los espacios y cuáles son sus preferencias espaciales en la sala de psicomotricidad proporciona datos importantes sobre su personalidad (inhibición, timidez…).
- El sujeto en relación con el tiempo: Cuánto tiempo dedica a las diferentes actividades.
- El sujeto en relación con los otros:
- Con los otros del grupo: Si propone juegos, si acepta el juego del otro, si juega solo o con otros niños, en grupos pequeños o grandes, etc.
- En relación con el adulto: El grado de autonomía e independencia con respecto al educador (lo acepta, lo busca).
Objetivos Generales del Modelo Vivencial
Favorecer el desarrollo global del niño. Para esto se plantean los siguientes objetivos:
- Hacer del niño un ser comunicativo, con capacidad de dar y recibir y de establecer relaciones significativas con el mundo que le rodea (espacio, objetos y las otras personas).
- Hacer del niño un ser creativo en cuanto a producción gestual, vocal, gráfica, verbal e incluso cognitiva destinada al otro.
- Hacer del niño un ser de pensamiento operatorio, es decir, un ser con capacidad de síntesis y análisis.
En un nivel de concreción mayor, en las sesiones de psicomotricidad, paulatinamente se irán introduciendo objetivos diversos que hagan referencia a todos los niveles psicomotores, según el momento evolutivo de los niños.
Espacios de la Sesión Vivencial
La sala se divide en tres espacios funcionales:
- El espacio sensoriomotor: Destinado al nivel sensoriomotor, al placer de percibir el movimiento del propio cuerpo. Se realizan actividades como trepar, caer, saltar, deslizarse. Materiales típicos: colchonetas, espalderas, bancos suecos.
- El espacio simbólico: Es el lugar en el que las imágenes conscientes e inconscientes van a poder manifestarse. Aparecen principalmente juegos de roles o construcciones. Materiales típicos: bloques de gomaespuma, telas de varios tamaños, muñecos de trapo, peluches, etc.
- Espacio para las representaciones: Espacio destinado al trabajo cognitivo y a la representación, con el fin de propiciar un distanciamiento de las vivencias emocionales que se han tenido en los otros espacios. Materiales típicos: construcciones de madera, plastilina, ceras, pinturas, etc.
El Papel del Educador (Psicomotricista)
Se recomienda la presencia de al menos tres educadores. La intervención debe ser mínima y solo para:
- Modificar los espacios a través de la colocación de los materiales.
- Desarrollar las producciones de los niños en los diferentes espacios haciendo propuestas directas a los niños, bien verbales (¿Quieres jugar a la pelota?) o no verbales (lanzarle la pelota).
- Hacer propuestas indirectas, diciendo: «¡Qué divertido lo que está haciendo Pedro!» o cualquier otro niño, para que haya una imitación por parte de otros niños.
- Intervenir en situaciones en las que no se cumplen las normas.
Estructura de la Sesión Vivencial
La sesión se organiza en tres fases ritualizadas:
- Ritual de entrada: La sesión comienza siempre con un mismo ritual. Los niños se descalzan y se sientan en círculo. El educador les da la bienvenida y recuerda las normas acordadas con los niños, que tienen que ver con los cuidados físicos básicos para poder llevar a cabo la intervención. Las normas más frecuentes son: no pegar, no romper el material y no destruir lo que otro construye sin permiso.
- Tiempo de trabajo: Las sesiones suelen comenzar con situaciones de placer sensoriomotor que evolucionan a juegos simbólicos. Se puede proponer un tiempo intermedio en el que se les cuenta una historia relacionada con lo que ha sucedido en la sala, lo que facilita pasar a la acción de representación en un ambiente de calma. Será el momento de poner a disposición de los alumnos diversos materiales para la representación, adaptándose al momento evolutivo del niño.
- Ritual de salida: Es indispensable para terminar la sesión después de la fase de representación o después de la historia.
- En el primer ciclo de educación infantil, se suele cantar una canción de corro conocida por todos que dé seguridad a los niños, ayudándoles a prever lo que viene después, así como permitir una salida colectiva de la sala de psicomotricidad.
- Los más mayores pueden comentar aspectos que quieran destacar sobre la sesión.
Contribución al Desarrollo Psicomotor
Al diseñar sesiones de psicomotricidad, contribuimos al desarrollo psicomotor cuando:
- Cuidamos la relación cuerpo a cuerpo entre el niño y el adulto.
- Establecemos una relación afectiva a la hora de cubrir las necesidades básicas de los niños.
- Realizamos actividades como juegos corporales acompañados de canciones o rimas que recogen la tradición oral.
- Organizamos los espacios y materiales de la escuela teniendo en cuenta el desarrollo psicomotor del niño.
