Procedimiento Completo de Restauración con Amalgama Dental

Procedimiento Detallado para la Restauración de Cavidades con Amalgama Dental

La restauración de cavidades con amalgama es un procedimiento odontológico fundamental que requiere precisión y conocimiento de cada etapa. A continuación, se detalla el proceso completo, desde la selección del material hasta el acabado final, asegurando resultados óptimos y duraderos.

Selección del Material de Amalgama

La amalgama utilizada debe ser de alto contenido de cobre, lo que mejora sus propiedades físicas y mecánicas. Existen diferentes tipos según la morfología de sus partículas:

  • Partículas irregulares: Ofrecen una buena condensación.
  • Partículas esféricas: Permiten una condensación más fácil y rápida.
  • Mixta: Combina las propiedades de ambos tipos.

La elección específica dependerá de la marca comercial y las preferencias del profesional.

Preparación de la Matriz

Es crucial seleccionar la matriz adecuada para la cavidad a restaurar. La matriz actúa como una pared temporal, conteniendo la amalgama durante su condensación y fraguado, y es esencial para recrear la anatomía dental.

Preparación de la Cavidad Dental

Esta etapa se refiere a las modificaciones que se le realizan a la cavidad dental para recibir la restauración. Es importante no confundir este paso con la preparación de la matriz. Siempre se debe colocar un protector dentino-pulpar, como el barniz de copal, para sellar los túbulos dentinarios y proteger la pulpa.

La aplicación del barniz de copal se realiza con torundas de algodón (se recomiendan 3 capas, utilizando una torunda diferente para cada capa) para evitar la contaminación del frasco o la desnaturalización del plástico del microbrush por los componentes del barniz.

Colocación de la Matriz

Para una correcta colocación, se debe utilizar el portamatriz y la cuña. La banda matriz debe quedar ligeramente por debajo del surco gingival para asegurar un sellado hermético en esa área. Es fundamental verificar que no queden restos de cemento ni de material provisional que puedan comprometer la adaptación de la amalgama.

Dosificación de la Amalgama

La amalgama es una aleación de varios metales que se unen con mercurio. La dosificación es un paso crítico para asegurar las propiedades adecuadas de la mezcla.

Métodos de Dosificación:

  • Dosificación manual: Este método está en desuso. Se utilizaba un aparato especial y la relación de amalgama a mercurio era generalmente 1:1 (por ejemplo, 1 gramo de amalgama por 1 gramo de mercurio).
  • Amalgama predosificada: Es el método más común y recomendado actualmente. La amalgama viene en una cápsula sellada que contiene todos los componentes en las proporciones exactas indicadas por el fabricante. Esto previene la contaminación manual y asegura una dosificación precisa. Las cápsulas pueden variar en su tiempo de fraguado:
    • Para cavidades grandes: se recomienda amalgama de fraguado lento.
    • Para cavidades pequeñas: se recomienda amalgama de fraguado rápido.

Trituración de la Amalgama

La trituración es el proceso de mezclar el mercurio con la aleación de amalgama a altas velocidades en un aparato mecánico (amalgamador o triturador). El objetivo es obtener una mezcla homogénea de consistencia plástica, lista para ser insertada en la cavidad y que posteriormente se endurecerá.

La trituración se puede realizar con cápsulas-pistillo, ya sea con amalgama predosificada o con la dosificación manual. La duración y velocidad de la trituración dependerán estrictamente de las instrucciones del fabricante y de la marca de amalgama, generalmente oscilando entre 7 y 10 segundos.

Evaluación de la Mezcla de Amalgama

Una vez triturada, la mezcla debe presentar ciertas características para asegurar su éxito clínico:

  • Plasticidad: Debe ser maleable y permitir su manipulación y trabajo. Aunque es más rígida que la resina, debe ser lo suficientemente plástica.
  • Homogeneidad: La mezcla debe ser lisa, con un cierto brillo y un aspecto uniforme.

Si la dosificación o la trituración no fueron adecuadas, la amalgama no tendrá estas propiedades. Es crucial no utilizar la mezcla si no presenta la consistencia requerida, ya que no proporcionará los resultados clínicos esperados.

Manipulación de la Amalgama

La amalgama, debido a su contenido de mercurio, debe manipularse con precaución:

  • Evitar el contacto directo con las manos: El mercurio puede ser tóxico.
  • No usar materiales absorbentes: No se debe manipular sobre lienzos, gamuzas (práctica antigua), gasas, telas o directamente sobre el mesón, ya que estos materiales pueden absorber el mercurio.

Una vez triturada, la cápsula puede golpearse suavemente para separar el pistillo o el plástico que contenía el mercurio de la amalgama. Luego, la mezcla se abre y se coloca en un vaso dappen o contenedor metálico.

Inserción y Condensación de la Amalgama

La amalgama debe ser transportada a la cavidad y condensada de manera efectiva.

Inserción del Material:

El transporte de la amalgama se realiza con un portaamalgama, que puede tener una o dos partes activas de diferentes tamaños, adaptándose al tamaño de la cavidad. La masa plástica se toma con el portaamalgama y se lleva a la cavidad, comenzando la colocación desde el cajón proximal. El portaamalgama debe ser de fácil limpieza y esterilización.

Condensación:

La condensación se realiza con un condensador o atacador. Este instrumento debe ser liso; si es irregular, pueden quedar restos de amalgama. Se comienza con condensadores de menor diámetro y se progresa a tamaños más grandes.

La condensación es el proceso de comprimir la amalgama dentro de la preparación dentaria con instrumentos específicos, hasta que la cavidad esté completamente obturada. Su propósito es eliminar el mercurio residual, forzar las partículas de amalgama entre sí para compactarlas y evitar la porosidad en su estructura.

Se agregan pequeñas porciones de amalgama y se condensan tanto en forma vertical como en forma de péndulo para asegurar que la amalgama penetre en todos los ángulos de la cavidad. Es necesario sobreobturar la cavidad, utilizando condensadores de mayor diámetro (a mayor diámetro del condensador, menor es la presión ejercida).

Bruñido Previo al Tallado

Los bruñidores tienen forma ovoide o de bolita. Al iniciar el bruñido, se adosa el material a las paredes de la cavidad y los excesos se eliminan con un explorador. Es fundamental retirar el exceso de amalgama en el cajón proximal antes de retirar la matriz, para evitar que todo el bloque de amalgama se desprenda al removerla. Durante este bruñido, se comienza a esbozar la forma que tendrá el tallado definitivo, transformando la obturación en una restauración funcional y estética.

Eliminación de Excesos

Este paso asegura que no queden remanentes de amalgama que puedan interferir con la oclusión o la higiene.

Tallado Inicial de la Amalgama

El tallado inicial se realiza con instrumentos específicos como la Hollemback (tallador), el Cleoide-discoide y el Bruñidor 21B (que ayuda a dar forma y ranuras).

Retiro de la Cuña y Matriz

Una vez que la amalgama ha comenzado a fraguar y se han eliminado los excesos proximales, se procede al retiro cuidadoso de la cuña y la banda matriz.

Tallado Definitivo

El tallado definitivo se realiza nuevamente con la Hollemback, apoyándose parcialmente en el diente y parcialmente en la amalgama, siguiendo la anatomía externa del diente. El objetivo es que el diente quede completamente restaurado, devolviendo su forma y función originales.

Bruñido Posterior al Tallado

Se utiliza el Bruñidor 21B, cuya forma de rombo permite marcar las ranuras y fosas, y adosarse a las paredes. Este bruñido final ofrece múltiples beneficios:

  • Disminuye el contenido de mercurio residual en los bordes.
  • Reduce la porosidad de la amalgama.
  • Consigue una superficie más lisa.
  • Mejora la adaptación marginal.
  • Optimiza el sellado de la restauración.

Chequeo de la Oclusión

Se verifica la oclusión con papel articular para identificar y eliminar cualquier contacto prematuro. Se evalúan los movimientos oclusales en:

  • Céntrica
  • Lateralidad
  • Protusiva

Acabado y Pulido de la Amalgama

El acabado y pulido se realizan en una cita posterior, ya que la amalgama continúa endureciéndose durante las primeras 24 horas. Este proceso es crucial para la longevidad y el rendimiento de la restauración.

Objetivos del Acabado y Pulido:

  • Reducir las asperezas de las restauraciones.
  • Obtener una superficie lisa y brillante.
  • Regularizar los bordes de la restauración.
  • Refinar el tallado anatómico.
  • Corregir la oclusión (cuando sea necesario).
  • Aumentar la resistencia a la corrosión.
  • Dificultar el acúmulo de placa bacteriana.
  • Mejorar el desempeño clínico y la estética de las restauraciones de amalgama.

Instrumentos y Técnica:

Se utilizan fresas multihojas y gomas para el acabado. Para el pulido, se emplean cepillos, piedra pómez y blanco de España. Es fundamental refrigerar la zona y trabajar de manera intermitente, ya que la amalgama, al ser un metal, produce calor durante el proceso de pulido, lo que podría dañar la pulpa dental.

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